Una fisura anal es un desgarro pequeño en el tejido que recubre el ano. Puede suceder como consecuencia de heces grandes y duras, estreñimiento, hacer esfuerzos durante la evacuación intestinal, diarrea crónica, partos, relaciones sexuales anales.
Entre los principales síntomas se encuentran:
Dolor durante o después de la evacuación intestinal
Sangrado fresco
Aparición de un bulto en la zona perianal
Un desgarro visible en la piel
El tratamiento puede consistir en el uso de medicamentos y cremas anestésicas, aunque también puede llegar a requerirse una cirugía si la fisura es crónica. En cualquier caso, el médico especialista es quien debe indicar el mejor curso de acción.